El sentido numérico o capacidad de reconocer cantidades cambiantes
de objetos, es una capacidad reconocida en muchas especies animales. Por
ejemplo, algunos pájaros no detectan si de su nido con cuatro huevos retiramos uno, y sigue incubando la pollada, pero si retiramos dos
no vuelve al nido. Se cuenta una anécdota sobre un hacendado que quiso matar
a un cuervo que había anidado en una torre de su propiedad.
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El propietario intentó cazarlo esperando
en la torre. Pero cada vez que él llegaba el cuervo se iba, se
colocaba a cierta distancia y no volvía hasta que él salía. Un día decidió ir con otro hombre, después
de una hora, el hombre salió de la torre y él permaneció esperando a que el
cuervo volviese. Sin embargo el cuervo no fue engañado y permaneció
lejos hasta que él salió. Al día siguiente repitió el experimento con dos
hombres más, los cuales abandonaron la torre al cabo de un rato. El cuervo
no cayó en la trampa. Al día siguiente entraron cuatro hombres y salieron
tres. Una vez más el cuervo esperó que el cuarto hombre saliera. Al día
siguiente cinco hombres entraron y salieron cuatro. Esta vez, el cuervo
volvió a la torre, no percibiendo que solamente cuatro de los cinco hombres
habían salido de la torre. Distinguió uno de dos, dos de tres, tres de
cuatro pero no distinguió entre cuatro y cinco.
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En el Research Institute, Kyoto University se realizaron pruebas
con monos, como muestran estos
vídeos del Chimpazee Ai:
Dot "counting",
Numerical ordering,
Numerical memory span,
en las que dichos animales muestran su sentido de número o cantidad y destrezas en la asociación de
símbolos o sonidos con cantidades |
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Se puede creer que el hombre
tiene mucho mejor sentido de número que el resto de los animales.
No es así. De hecho, los experimentos han demostrado que una persona media
tiene un sentido claro de número sólo hasta alrededor del cuatro. Algunas
tribus que aún no han aprendido a
contar, ni con los dedos, tienen una seria dificultad para distinguir cantidades a partir de cuatro. Utilizan generalmente las cantidades una,
dos, tres y muchos, que incluiría todo a partir de cuatro. También, los
niños pequeños casi siempre notan cuando algo falta de un grupo
relativamente pequeño de tres o cuatro objetos, pero no pueden,
generalmente, distinguir diferencias cuantitativas cuando el número de
unidades es mayor. La especie humana en
este sentido se parece bastante al resto del reino animal.
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